Se acerca una gran cita. No es un partido más. El duelo contra el Atlético de Madrid del próximo miércoles a las 22.00 horas es uno de esos partidos rodeados de un aura especial. Ocurra lo que ocurra, lo que dé de sí se recordará pasados los años. No son noventa minutos –con posibilidad de 120-, no. El pitido inicial no es más que el nacimiento del embarazo que ya ha comenzado a gestarse. Nos podríamos remontar al primer emparejamiento con al Espanyol, donde comenzó nuestro camino, pero más a corto plazo nos referimos a la eliminatoria frente al Atlético y, más si cabe, concluido el partido del Calderón, a la preparación con mayúsculas del partido de vuelta en nuestra Bombonera.
La semana pasada, más de 400 sevillistas grabaron un spot de motivación como uno de los hitos de esta campaña creada en torno a la vuelta de la semifinales de Copa. Pues bien, mañana, a primera hora, todos atentos. El spot será lanzado al universo sevillista y de ahí se expandirá como la luz de una supernova para llegar a todos los rincones.
Por ahora, salvo un par de excepciones que ahora presentamos en exclusiva, no podemos decir más que: “Os estamos esperando”. Así lo dejamos por ahora. Hacedlo vuestro. El miércoles, Nervión será una fiesta y todos los sevillistas tenemos que poner nuestro grano de arena desde ya, no solo al abarrotar y llevar a ebullición el Sánchez Pizjuán. ¡Ya!
Aquí van las excepciones antes referidas. Son varios los actos que se han preparado para que el Atlético de Madrid sepa a dónde viene. Actos que se irán desvelando a lo largo de la semana. Sirvan como adelanto lo que podríamos bautizar como “La colina de Nervión” y la actuación de El Arrebato. Lo primero, cómo no, evoca y apela al espíritu de Gelsenkirchen, a aquella tarde del 20 de abril de 2006, cuando en la colina cercana al Veltins Arena, los más de 2.000 sevillistas desplazados a Alemania, con el anhelo de intentar ver a su equipo en una final, primero detuvieron y después llevaron al autobús del equipo hasta el coliseo del Schalke de tal modo que la semifinal comenzó a ganarse en ese preciso instante. El fervor de los sevillistas fue tal que hubieran podido reventar cualquier termómetro a base de cánticos y muestras de amor a unos colores. En aquel autobús se derramaron muchas lágrimas de emoción, de sentimiento, de pasión. Ahora, 2.500 días después hay que repetirlo camino del Sánchez Pizjuán. Para ello, convocamos a todos los sevillistas dos horas del partido, con sus bufandas y banderas, en el hotel de concentración del equipo. Con esta cadena humana hasta el estadio, seguro que podremos revivir el espíritu de Gelsenkirchen. Y, por si fuera poco para estallar por dentro el orgullo sevillista, justo antes del comienzo del encuentro, y como en la época de los títulos, El Arrebato cantará el himno del Centenario desde del centro del campo, con una actuación que pondrá a todo el sevillismo en pie.
Os estamos esperando.