LA BURBUJA SALARIAL. DEL QUINTO BEATLE A CRISTIANO.



Hace tiempo me viene rondando la idea de escribir sobre los salarios de los futbolistas y la lista anual de France football de los mejor pagados que acabamos de conocer me ha dado la puntilla.


George Best nació en la convulsa Belfast de mediados de los 40. En el Nombre del Padre, desde el primer momento se vio que iba para futbolista grande firmándolo el Manchester Utd. siendo aún menor de edad. Con un curriculum excelso, que incluye dos balones de oro y el puesto 16 como mejor jugador del siglo XX, cuentan las lenguas antiguas que pudo haber resultado mejor futbolista aún si no hubiera sido tan amante de las actividades diversas. En una ocasión comentó ""En 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los peores veinte minutos de mi vida". Best pertenece a ese grupo de malditos (Caniggia, Garrincha, Adriano Leite, Gascoigne...) que podían haber sido todavía mucho más en el fútbol de lo que fueron si no hubieran tenido una vida tan disoluta. O no. Que con estas cosas no se saben y muchas veces a un genio como no le dejes a su aire se mustia. Que no sé yo qué hubiera pasado si a Mágico González o a Romario le hubiesen impedido salir de noche. A lo que vamos. El conocido como 5º Beatle, autor de frases lapidarias, dijo en otra ocasión "Me gasté la mayor parte de mi fortuna en mujeres, alcohol y coches deportivos. El resto lo desperdicié". Lo que Best no podría ni imaginar es la cantidad de coches, mujeres y alcohol que hubiera podido tener si nace tres décadas después. Sigo con el anecdotario introductorio, pero entrando ya en harina para que vean a lo que me refiero.

Otro futbolista que debió ser mucho más, aunque las causas de su no eclosión derivó de sus problemas de lesiones, fue Laurie Cunningham. Apodado la perla negra, Cunningham se convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol español al desembolsar el Madrid 175 millones de pesetas al WBA. Acorde con ese dineral, el británico se convirtió en el futbolista mejor pagado de la liga llegando a cobrar, al cambio, unos 85.000 euros anuales (que hace 32 años era un dineral). En esa España que gateaba democráticamente el salario mínimo anual (14 pagas) se situaba, al cambio, en 1.915,9 euros. Es decir: para ganar lo de Cunningham, había que juntar el sueldo de 45 españolitos con salario mínimo.

Tres décadas después, el fichaje más caro de la historia también lo tiene el Madrid. Y, como no, es el futbolista mejor pagado es Cristiano Ronaldo con un sueldo que ronda los 13 millones de euros anuales. El estudio de France Football coloca a Messi, pero porque tiene en cuenta distintas variables y pluses que no son estricto sueldo. Como en este pequeño trabajo de campo me circunscribo a la soldada, tomaré de referencia los 13 kilos de Cristiano.

En la España de nuestros días, el salario mínimo anual (14 pagas) está fijado en torno a los 8.900 euros. Es decir: para ganar lo del extraordinario pelotero nacido en Madeira hay que juntar a ¡1.460 españoles con salario mínimo! Donde antes hacía falta 45 personas ahora hacen falta 1.460. Y eso, como digo, sin contar publicidad, primas, pluses, objetivos y demás que imagino triplicarían la diferencia.

Obviando la inflación para no meter más números y complejas fórmulas en el artículo y porque lo que se pretende mostrar es sólo la descomunal diferencia de incrementos, se puede decir que el incremento entre el crack del 2.012 y el del 1.980 es del 14.444% mientras que la diferencia entre el tieso de 2.012 y el tieso de 1.980 es del 464%. Casi un 14.000% de diferencia entre las subidas de ellos y de nosotros. Sobran comentarios.

Efectivamente y como estarás pensando, el fútbol de 1.980 y el de 2.012 son radicalmente distintos. Los ingresos televisivos, la publicidad, la repercusión, etc. nada tienen que ver. Si a Cristiano le pagan 13 kilos es porque genera un dineral a su vez. Pero con todo y con eso no me negarán que las brutales diferencias acaecidas en sólo 30 años es una muestra más de que el fútbol se ha vuelto loco y que la burbuja, que ya ha empezado a romperse, terminará por estallar del todo más pronto que tarde.

Por otro lado imagino que pensarás que la referencia no es válida porque me he ido al extremo y no al término medio y que la diferencia hay que tomarla entre el futbolista medio y el salario medio. Pues para completar este pequeño estudio de campo, eso haré tomando como referencia a la Premier League como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta un post tan británico como éste que me está saliendo. Y para que se vea que el fútbol español es una vergüenza pero que otros tampoco están muy allá. Antes que nada, y porque nobleza obliga, decir que los datos están extraídos de ese blog de referencia llamado euros y balones que diseccionaba un estudio de Sportingintelligence.

En 1.985 un futbolista de Primera División inglesa (no se llamaba todavía Premier League) ganaba de media unas 25.000 libras. Teniendo en cuenta que el salario medio de un británico rozaba las 10.000 libras, podemos ver que las diferencias no eran muy grandes. Sólo hacía falta 2,5 trabajadores para equipararse las retribuciones con un futbolista medio. En cambio, en 2.012 los ingresos medios de un futbolista de la Premier se cifraban en 1.162.000 libras cuando la media de un trabajador británico anda sobre 40.000 libras. Por tanto, hacen falta 29 currantes para igualar lo que gana un futbolista. Donde antes hacían falta 2,5 personas ahora hacen falta 29.

Obviando la inflación se puede decir que el incremento entre el futbolista medio del 2.012 y el del 1.985 es del 4.648% mientras que la diferencia entre el trabajador medio de 2.012 y el trabajador medio de 1.985 es del 25%. Las diferencias entre España e Inglaterra son algo menores, pero hay que tener en cuenta que, como digo, he obviado la inflación que acercaría cifras debido a que la inflación española ha sido superior a la británica. Como dije anteriormente, creo que esas cuestiones exceden de este humilde estudio y que los datos mostrados ejemplifican que, aunque distintas, en todas partes cuecen habas.

Contra aquellos que opinan que los salarios de los futbolistas están sobrevalorados surgen los que esgrimen que realmente los futbolistas lo cobran así porque lo generan. Y yo, qué quieren que les diga, cada vez tengo más claro que esto lo intentan publicitar todos aquellos que protagonizan de forma directa o indirecta este falsísimo mundo teatrero del fútbol que se lo están llevando calentito no, lo siguiente, y donde están por un lado los que se enriquecen y por otro los que a toda costa tienen que justificar su negligente actuación directiva. Y unos y otros muchas veces son los mismos.

Los futbolistas no valen lo que se le pagan. Al menos la mayoría. Si eso fuese así las contabilidades de los clubes no estarían como están, no se le debería 800 millones de euros a las Administraciones Públicas (a todos nosotros, vamos), no habría un número desquiciante de equipos en concurso, etc. Todo, absolutamente todo en el fútbol, está desproporcionado. Empezando por lo que se le hace pagar al aficionado para que acuda al campo y terminando por lo que se le paga a/por cualquier medianía. En mi opinión esto deriva básicamente de que la gente que dirige este cotarro está compuesta en su inmensa mayoría por indocumentados con la de Ubrique hasta los bordes que sólo buscan publicitarse o trincar y que viven en un mundo, su mundo paralelo, que se acerca tanto a la realidad de la calle como lo cerca que están el fútbol de Gluscevic y el de Kanouté. El modo asilvestrado de dirección de clubes, al asqueroso comisionismo y la degeneración del fútbol se demuestra en cosas como los impropios salarios de los futbolistas.



Álvaro Yanes

Twitter: @alvayanes

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